Una de las últimas lecturas que he disfrutado ha sido Demasiado bueno para ser verdad, de Kristan Higgins, una autora que me gusta mucho y me hace pasarlo muy bien con sus novelas alegres y divertidas. Su sentido del humor es un plus.
Inventarse novios a los 12 años puede ser una niñería pero hacerlo pasados los 30 es realmente absurdo. Al menos eso pensaría cualquiera que no se encontrara en el lugar de Grace Emerson. En un momento de presión le parece la solución perfecta para evitar que su familia la mire con conmiseración. Concretamente en la tercera boda de su prima. Y no es porque el hecho de ir de boda le agobie sino por lo que ha vivido en los últimos meses. Entre ello que se quedase sin novio a 3 semanas de su boda.
Y que ese novio meses después sea el novio de la hermana pequeña de Grace.
Así que Grace, profesora de historia en un elitista colegio de Nueva Inglaterra y aficionada a las recreaciones históricas, inventa un novio. Y claro, no va a inventar un novio cualquiera. Sino un Don Perfecto. Aunque quizá no sea tan buena idea como ella pensaba…
Además para complicar las cosas su hermana mayor se va temporalmente a vivir con ella porque está pasando por una crisis en su matrimonio. Y entra en la vida de Grace Callahan O´Shea, su nuevo vecino. Un tipo peculiar con un pasado misterioso y, al parecer, poco recomendable, al que Grace, sin pretenderlo, no para de molestar.
Las novelas de Kristan Higgins me suelen encantar, son muy divertidas, emotivas y aunque revestidas de lecturas ligeras tienen mucha más profundidad de la que aparentan. Esta no ha sido menos.
Además, está salpicada del tono humorístico propio de la autora. La caótica familia de la protagonista es ideal para ello. Desde su insoportable y odiosa abuela nonagenaria a su artística madre.
Me ha gustado mucho Demasiado bueno para ser verdad. Es divertida, es bonita, es amena. Sus personajes principales me han encantado. Los secundarios más odiosos no dejan de ser también divertidos. Y algunas situaciones casi de carcajada. También otras casi de lagrimilla.
Aunque no puede decirse que sea una historia en la que la trama romántica sea la principal, esta tiene importancia. Y mucha química. También escenas realmente graciosas propias de una comedia romántica.
En definitiva, he disfrutado mucho con Demasiado bueno para ser verdad. Seguiré leyendo más novelas de Kristan Higgins, seguro. Todavía tengo pendiente alguna de las ya publicadas en castellano. Si te gusta su estilo y has disfrutado con novelas como Solo los locos se enamoran, creo que te gustará esta novela.
