Pechuga de pollo con arándanos y salsa de limón

La pechuga de pollo da mucho juego en la cocina. En el blog ya hay publicados muchos platos ricos con pechuga de pollo, un corte limpio y muy versátil.  Hoy añado una más, esta receta de pechuga de pollo con arándanos y salsa de limón. Tiene un sabor agridulce muy rico, con mucha chispa. Y es muy fácil de preparar.

Los arándanos secos me encantan. Siempre procuro tener en casa. Para tomar solos o para utilizarlos en la cocina, ya sea en postres o en platos salados como este. Si a ti también te gusta seguro que disfrutas con este plato. Y con las muchas otras recetas con arándanos secos ya publicadas antes en En Mil Batallas.

Este tipo de plato sencillo es estupendo para la cena, pero también para el mediodía con un entrante un poco más contundente delante. Eso sí, es de esas preparaciones que acompañar con pan. La salsa está muy rica. Y aunque lo suyo es que empape bien la carne de pollo, siempre quedará algo que mojar en pan. Puro disfrute. Te va a sorprender la intensidad de sabor que se puede lograr con tan pocos ingredientes y un producto base, la pechuga, de sabor tan suave.

Con estas cantidades tienes para 4 raciones de pechuga de pollo con arándanos y salsa de limón como las de las fotografías. No te preocupes por el color blanquito de la carne, queda perfectamente hecha por dentro y tiernísima.

Pechuga de pollo con arándanos y salsa de limón.

Ingredientes:

• 2 pechugas de pollo de unos 300 gramos cada una
• 3 limones
• medio vaso de arándanos secos
• aceite de oliva virgen extra
• harina de arroz
• pimienta negra
• sal

Preparación:

Corta las pechugas de pollo en dados. Sazónalas ligeramente. Y enharínalas pasándolas por harina de arroz.

Exprimir tres limones y reserva tanto el zumo como la pulpa, retirando las pepitas que pudiera tener.

Pon al fuego una sartén amplia con un chorrito de aceite de oliva y cuando coja calor añade los dados de pollo. Rehoga por todos los lados a fuego vivo. No se llega a dorar por el tipo de harina, pero notarás el cambio de color. Es importante hacerlo a fuego vivo para que no se seque por dentro.

Vierte sobre el pollo el zumo de limón y añade los arándanos. Cubre con una tapa y deja que hierva. Mantén en un hervor suave unos 10 minutos tapado y otros 2-3 sin tapar. Puedes probar si está hecho cortando por la mitad un dado de pollo. Si ves que se consume demasiado el líquido, añade un poco más de zumo. La propia harina del pollo debe ayudar a espesar la salsa.

Sirve la pechuga de pollo con arándanos y salsa de limón y ya emplatada adereza generosamente con pimienta negra recién molida.