Los guisantes frescos son un lujo y una delicia que sólo puede disfrutarse unos pocos días al año. De 1kg de guisantes frescos en vaina apenas sale un plato de guisantes, pero tan delicados, dulces y tiernos que no precisan de cocción para comerse. Simplemente crudos están riquísimos, y cocinados en unos instantes están en su punto.
Realmente los guisantes frescos pueden dejarse un día o dos más en la mata para que se hagan más gruesos y vistosos, pero también pierden ese punto tierno pero crujiente tan agradable, por lo que merece mucho la pena cogerlos en el punto adecuado.
Esta vez lo que hice fue preparar unas cucharitas para aperitivo, con las que degustar todo el sabor de este fruto diminuto y dulce.
Ingredientes:
1Kg guisantes frescos en vaina
40gm jamón serrano
1 guindilla de cayena
1Cd aceite de oliva virgen extra
una pizquita de sal
Preparación:
Desgranar los guisantes. Cortar pequeñito el jamón. Reservar ambos.
Poner en una cazuelita de barro el aceite junto con la guindilla picadita. Rehogar el jamón unos momentos y cuando comience a cambiar de color añadir los guisante y una pizquita de sal (muy poco porque ya el jamón aporta sazón). Dejar cocinar un par d minutos más y cuando los guisantes estén bien brillantes retirar del fuego.
Repartir los guisantes en las cucharitas de aperitivo y servir mientras aún estén calientes.
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