* Lunes, panecillos de maíz: Llenos de sabor, al estilo del pan del norte y muy fáciles de hacer.
* Martes, pan de cerveza: Gustoso, es un placer cómo leva la masa y lo bien que huele al hornearse.
* Miércoles, pan de albaricoque y avena: Para comer sólo o en compañía. Buenísimo.
* Jueves, panecillos de cebolla: Sabrosos para comer solos, en bocadillo o en cualquier comida.
* Viernes, panecillos de pasas y nueces: Uno de mis favoritos.
* Sábado, pan de semillas: para hacer en panificadora, aunque igualmente puede hacerse a mano. Facilísimo.
* Domingo, rosquillas otomanas de sésamo: Para probar un tipo de pan muy diferente al que estamos habituados por estos lares.
Es una de las cosas que me imponen mucho respeto y que aún no he probado a hacer. A ver si en vacaciones me animo, que tienen una pinta…
Un beso.
A mi hasta hace relativamente poco también me daba mucho miedo, pensaba que era algo muy complicado o trabajoso, y nada que ver. Ahora me apetece mucho probar, tengo pendiente ir a comprar diferentes harinas para hacer nuevas pruebas.
Besos.
Madre mía Marhya,
Con mi aplica el dicho “dame pan y llámame tonta” … es que me encanta con cualquier cosa …
Que ricos tus bollitos.
Me llevo uno para la cena.
Un besito grande
Yolanda, es que el pan tiene un peligro! Me alegro mucho de que te gusten, anímate a prepararlos, que de verdad no es complicado.
¡Un beso!