La cocina de Entre el cielo y Lu

Hace unas semanas os contaba lo mucho que me había sorprendido y gustado la novela Entre el cielo y Lu. Hoy quiero hablaros de La cocina de Entre el cielo y Lu. Solo un vistazo a su imagen de portada ya os podéis hacer idea de la importancia de la comida en esta historia familiar.

La trama transcurre entre una isla de la Bretaña francesa y París, dos lugares con fama de que en ellos se come bien, y la trama es familiar y cotidiana, por lo que ya podéis imaginar la importancia de la mesa en ella. Además hay dos cuestiones relacionadas con la comida en la novela más allá de todas las escenas y platos que se nombran en ellas.

Por un lado Lu, la protagonista ausente de la novela ya que todo comienza con su muerte, era una gran gourmet pero pésima cocinera, algo de lo que ella era muy consciente y que su marido, familia y amigos recuerdan en diferentes ocasiones con humor y cariño. Por otro, es precisamente cocinando, algo que vamos descubriendo a medida que avanza el libro, cuando ella se da cuenta de que no se puede valer ya por sí misma y toma la decisión de irse a una residencia a pesar de su edad aún joven para ello.

A lo largo de la novela descubrimos que la cocina de Entre el cielo y Lu está repleta de cocina tradicional bretona pero también de delicisas propias de otros lugares. Y de platos de nueva creación. Así descubrimos menciones en diferentes escenas a crepes de Camembert con caramelo y mantequilla salada, tchumpôlt, tiramisú, vitello tonato o far bretones.

La alusión a la comida en diferentes escenas ayuda a que el lector se sienta dentro de la misma. Casi puedes percibir los olores y sabores de la muselina de huevo de gallina con espuma de erizo de mar o de la crema de calabaza con espuma de setas y avellanas. O sentirte en la mesa navideña con un buen pavo con castañas.

Mención especial para el concurso de sopas a la que la hija de Lu se presenta con una compañía que no voy a nombrar para quienes queráis leer el libro pero aún no lo hayáis hecho. La propuesta que presentan es una deliciosa sopa de invierno de la tía Mirella. Esta sopa lleva judías blancas, setas de calabaza, castañas peladas, cebolla, apio, zanahoria, ajo, pimiento picante, jamón y aceite de oliva.

Otras delicias presentadas al concurso o certamen de sopas son la sopa de chayote y kiri, la sopa con mejillones de Groix o la sopa de pollo, calabaza y boniato. Y la sopa de berros, peras y picón de pan untado con queso azul de Bresse y kari gosse.

En mi libreta de platos de novela ya están incorporadas las propuestas de la cocina de Entre el cielo y Lu, con platos como el panettone de marrón glacé, la sopa de merluza ahumada con algas, el hojaldre de tomates antiguos con miga de buey de mar con sorbete de pimiento y el carpaccio de vieira con ostras.