Raviolis mediterráneos

En estos días veraniegos en que cocinar no está en la lista de tareas pendientes, apetecen platos como los de hoy: raviolis mediterráneos. Son sencillos, nutritivos y rapidísimos de preparar. Una gozada con todo el sabor del mediterráneo.

En cierto modo podríamos decir que los raviolis mediterráneos son una especie de ensalada tibia de raviolis y algunos alimentos propios de la cocina mediterránea italiana. Como la albahaca fresca y los tomates secos. Es un plato con mucho sabor, muy aromático y que es realmente sencillo de preparar. Ideal para esos días de verano en los que apetece poco meterse entre fogones, pero sí comer bien.

Además, puedes servirlo como plato único. Por ejemplo si vuelves del trabajo bajo un sol arrollador. O si vienes de la playa o de la piscina con hambre y pocas ganas de meter calor en la cocina. Y son un alimento estupendo para toda la familia; grandes y pequeños.

Raviolis mediterráneos.

Ingredientes:

250gm de raviolis de atún y tomate
8 tomates secos en conserva
40gm de queso de oveja curado
14 aceitunas negras deshuesadas
2Cd de aceite de conservación de los tomates secos
4 ramitas de albahaca fresca
sal

Preparación:

Poner a cocer en agua hirviendo con sal los raviolis, tal y como indique su fabricante. Suele ser con abundante agua hirviendo y un pellizco de sal. Controla bien el tiempo, pues es clave para servir la pasta en su punto y que el plato resulte todo lo sabroso y apetecible que puede ser. Este es un punto muy importante.

Mientras, picar en aros las aceitunas, en daditos los tomates secos en conserva y en bastoncitos el queso. Así se pueden masticar y es más apetecible que si el queso se sirve en copos o rallado, poco apropiado para esta preparación.

Escurrir bien la pasta, servirla en dos platos y repartir por encima las aceitunas en aros, los daditos de tomate seco, los bastoncitos de queso, las hojas de albahaca fresca recién cortadas y lavadas y el aceite de conservación de los tomates, en hilos.

Servir al instante los raviolis mediterráneos, aún templados, para saborearlos con toda su chispa.