10 platos de novela que me gustaría probar

Publicado 6 junio, 2015 por Marhya en De cocina y literatura, Gastronomí­a, General, Literatura / 6 Comments

Si te digo que me gustan la cocina y leer, no te digo nada nuevo, al fin y al cabo es de lo que más hablo en el blog y eso lo tuve claro desde el principio, por eso lo de "de cocina, literatura y otras aventuras". Tampoco te digo nada nuevo si te cuento que de muchos libros tengo escritas entradas con sus referencias culinarias, aunque no es una sección fija o muy habitual del blog porque para ello depende de que los libros que lea tengan referencias al mundo de la comida. Para estos últimos, cuando leo un libro, suelo anotar los platos que nombra y hoy quiero destacar diez de ellos; diez platos de novela que me gustaría probar.

Podrían ser muchos más, pero de momento y por hoy me voy a quedar con estos diez. Me gustaría además que esta entrada me sirviera de punto de partida para poder ir preparando estas recetas tal y como me las imagino y poderlas compartir aquí, aunque en estos momentos estoy metida en tantos berenjenales que no sé si podré hacerlo, pero es una idea que me lleva tiempo rondando y de hecho, alguna receta de novela ya he preparado y publicado anteriormente en el blog, como las galletas de avena y pasas  de  la novela "Amante Oscuro", por ejemplo. O como el menú literario con el que colaboré en el número 6 de la revista Romantica´s  y que podéis leer entre als páginas 87  y 91. 

Galletas de avena y pasas de la novela

Sé que podría ser un estupendo reto culinario para las próximas semanas/meses pero ahora mismo prefiero no imponerme nada porque ando metida en demasiadas cosas y no me gusta empezar algo y luego no cumplir, pero de todos modos en casa cocino a diario y cualquier cosa inspira para una receta así que quién sabe, quizá ahora que las reflejo aquí, caigan antes de lo pensado.

* Calabacín al horno con menta y limón. De la novela "Peligro extremo" de Sharon MacKenna
Esta receta es de las que podría caer pronto; cada verano cosechamos a diario calabacines del huerto y siempre estoy pensando en formas nuevas de cocinarlo, así que esta idea podría muy bien ser una de esas formas de preparar unos calabacines este verano. Me lo imagino con una cubertura crujiente, quizá de pan rallado mezclado con ralladura de limón y la menta picada, aunque también me parece que podría estar rico si el toque de menta y limón llegase en forma de salsa.

* Pastel de carne. De la novela "Aquel país lejano", de Nevil Shute. 
Algún pastel de carne ya tengo en el blog, pero éste creo que debería ser de cordero para ir acorde con la novela, donde los pasteles de carne se preparan en la cocina de unas próspera explotación ovejera. Con un especiado rico y una masa quebrada, poco más necesitaría para estar estupendo.

* Arroz al pesto de  cítrico, aguacate  y menta. De la serie "Yo", de Irene Cao. 
Lo del pesto de cítricos me despista y me lo tomo como una palabra que la traductora (¿o el traductor?) utilizó para que sonase mejor la receta, y que en realidad debe ser una especie de pasta o salsa densa hecha con cítrico, aguacate y menta. Me lo imagino con una mezcla de tres arroces servida fría y me parece un magnífico plato frío de verano.

* Pastel de avellanas. De la novela "Los dulces años", de LaVyrle Spencer.
Golosa que es una, me imagino este pastel de avellanas con un toque de chocolate, aunque si se trata de ser fiel a la novela creo que no lo tendría, porque en la época y lugar en que lo comían no estaban para dispendios. Lo más probable es que fuese algo mucho más modesto, con poca cantidad de azúcar y de estilo rústico. Tal vez una sencilla base de masa quebrada con una buena cantidad de avellanas espolvoreadas con azúcar y horneada sin más añadidos. 

* Pechuga de pollo rellena de queso de cabra con arándanos secos y albahaca fresca. De la novela "Senderos", de Mar Carrión.
El toque de albahaca fresca ahí me intriga, pero creo que en pequeña cantidad puede dar un punto estupendo a un plato que al oído me suena fantástico. Creo que los arándanos secos picaditos y bien mezclados con el queso quedarían genial con una pechuga con piel crujiente, pero también con una cobertura de semillas o frutos secos (aunque ahí la albahaca me encaja un poco menos). 

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* Pan de jengibre "cazamaridos" de la novela "Tuya a medianoche" de Lisa Kleypas" .
Me imagino este más como una especie de brioche con trocitos de jengibre confitado que sé que existen pero que no he probado nunca porque por aquí no lo he visto nunca en comercios (aunque ahora con el comercio online supongo que ya no será tan complicado dar con ello). Aunque para ser verdaderamente "cazamaridos" necesitaría algo más, por ejemplo unas pepitas de chocolate negro. Y, quizá, un toque de té.

* Pasteles de queso con almendras. De la novela "Sucedió en otoño, de Lisa Kleypas".
Este es de los platos que puede que no tarden mucho en caer. Aunque a mi costillo no le gusta el queso, siempre encuentro la ocasión para preparar algo con ello porque a mi me encanta, y siendo un postre no me costaría encontrar el día para prepararlo y servirlo. Me lo imagino con un pastel horneado con un quedo con un poco de personalidad  y en el que las almendras vayan caramelizadas o el conjunto aderezado con hilos de miel de azahar (mi preferida). 

* Pastel de membrillo. De la novela "Maravilla", de LaVyrle Spencer. 
Este pastel tiene mucha importancia en la novela, es el preferido del protagonista y aparece nombrado en varias ocasiones. Quizá si el próximo otoño dispongo de membrillos frescos utilice una parte para probar un pastel con ellos, un poco en plan pudding con bizcochos de soletillas o croissants y el membrillo hecho puré. Aunque tampoco estaría mal como en tarta con una masa fina y un relleno de dulce de membrillo y crema. 

* Chuletas de cero rellenas. De la novela "Sedas de Francia", de Sandra Brown.
La novela transcurre en Nueva Orleans, y por eso pienso en rellenos sureños para esas chuletas de cerdo, por ejemplo una compota casera de melocotón especiado o de puré de manzana con mantequilla, rebozadas luego en el primer caso con una picada de almendras y en el segundo de nueces. O con los frutos secos integrados en el relleno y luego rebozadas y fritas las chuletas. Claro que también podrían estar rellenas de la típica mezcla de verduras y especias cajún, pero no sé, así me apetece menos. Al menos, hoy.

* Bollos de melocotón. De la novela "Fantasía prohibida", de Shayla Black
Me los imagino redonditos y rellenos de una compota de melocotón con un toque de vainilla y bourbon, doraditos y brillantes, con una capa fina de azúcar en la superficie. Pura gula. Casi puedo sentir su olor sin esforzarme en imaginarlo. Una delicia.

 

Y tú, ¿tienes algún plato de novela que te gustaría probar?

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6 Responses to “10 platos de novela que me gustaría probar”

  1. Pues nunca me he fijado en los platos que salen en las novelas!!! ¿te lo puedes creer? Pero si probaría los diez de esta selección, sería un reto estupendo e incluso creo que para un par de ellas tendría la receta en casa en algún libro, los bollos de melocotón con borbón (bollo suele ser una mala traducción de muffins… por lo que he visto en varios libros/revistas), el pan de jengibre suele ser pan de especias (el jengibre confitado en tiendas de productos exóticos o incluso en el departamento cocinas del mundo de carrefou), el pesto me lo imaginaría al estilo guacamole… Vamos Marhya creo que nos da para un nuevo reto el año próximo hehehe
    Y ahora mismo si tuviera avellanas en casa iría a por él!!!!
    Besos y feliz domingo,
    Palmira

  2. Si pienso que podría ser un buen reto además mi lista es mucho más grande, aquí he seleccionado diez.
    Un beso!!

  3. estaba revisando tus últimas recetas y aquí me quedo aquí para comentarte porque yo tengo esa obsesión, siempre leo con un cuaderno al lado y si la novela me gusta y hablan de comida allá que voy corriendo a recrear la receta que aparezca. Por ahora sólo me he llevado grandes alegrías! Besitos y me alegra no ser la única!!!

  4. Me parto de risa con lo del pastel de jengibre cazamaridos. jajajajajajajaja ¿No consigues el jengibre confitado, María? ¿No hay supermercados de productos chinos, coreanos o hindúes por ahí? A mí me encanta el jengibre confitado. ¡Me rechifla! Ahora no tengo en casa, pero, si quieres, hablamos, lo busco (para que ahora no lo encuentre) y te envío.
    Besitos

    PD: Me encantan estos posts.

  5. Uff, Laura, aqui el hipermercado más cercano le tengo a 50km, pero le diré a mi madre que me busque en Bilbao que seguro que encuentra, muchas cosas como el ras el hanut y así lo traigo de allí. Pero muchas gracias por el ofrecimiento 🙂
    ¡¡Besos!!