No sé si soléis cocinar con música y si tenéis algunos temas preferidos para según en qué labores estéis metidos en la cocina, pero de eso ya hablaremos otro día. Hoy os quiero hablar de esas canciones que por alguna razón o más bien por alguna vivencia pasada el subconsciente se empeña en asociar con sabores, en platos que traen incorporada de serie para cada uno de vosotros una banda sonora especial, porque siempre que escucháis esa canción recordáis ese plato y porque siempre que probáis ese plato acude a vuestra mente dicha canción. Decidme que no estoy loca y que os pasa también a vosotros, ¿cuántas veces os han sorprendido unas notas en el pensamiento al probar un bocado? ¿Cuántas veces habéis pretendido paladear algo sólo al escuchar unos acordes?
Aquí os dejo algunos de mis recuerdos gastronómico-sonoros. ¿Quién se anima a contarme los suyos?
* Rosquillas de mi abuela con sabor a Tatuaje. Las rosquillas de mi abuela saben a algo más que a nostalgia con un toque de anís. Saben a copla española. Porque mis abuelos (maternos) son muy copleros y recuerdo de cuando era pequeña que tenían una gran colección de vinilos de muchos cantantes de copla, como Conchita Piquer. Tenían una de esas radios que eran a la vez tocadiscos en el comedor, junto a la cocina, que debía de ser de principios de los años ´60, por el aspecto, o quizá de finales de los ´50, no lo sé. Y a mi que de copla entiendo poco menos que nada, la canción que me viene siempre a la cabeza cuando se menciona este estilo, es “Tatuaje”. Hasta podría cantar alguna estrofa, pero no voy a hacerlo porque os quiero demasiado y una no ha nacido con el don de la buena voz ni con el de un melódico oído. Así que, si, Tatuaje es la canción asociada para mi para siempre a las rosquillas de mi abuela.
* Bocadillo de chocolate con almendras y la sintonía de la Pantera rosa. Para mi la sintonía de la pantera rosa suena a tarde de fin de semana en casa de mis abuelos (paternos), a merienda en la sala (¡eh, eso es muy importante porque en mi casa estaba terminantemente prohibido, se merendaba en la cocina y en la mesa, faltaría más!), a tableta de chocolate con almendras entre pan y pan. Eran los primeros años ´80. En la televisión ponían dibujos animados de la pantera rosa y después Aplauso o Tocata (si no me engaña la memoria). Sólo había dos canales de televisión y la de mis abuelos era en color aunque la de mi casa era en blanco y negro; allí si que la pantera rosa era rosa.
* Talo con chorizo, sidra y Barricada. En mi época de (post) adolescente solíamos decir que una verbena no era una buena verbena si no tocaban, al menos, una canción de barricada. Mi favorita siempre ha sido “En Blanco y negro”, que era casi un himno festivo en ciertas zonas durante buena parte de los ´90. En las fiestas de los pueblos y los barrios había zonas que olían a churros y nubes de azúcar , zonas que olían a tabaco, cerveza y kalimotxo y zonas que olían a sidra y talo con chorizo (que no con chistorra). En estas últimas nos apelotonábamos a cierta hora de la noche (más bien de madrugada) para reponer fuerzas, y era más que probable que sonase algo de Barricada. ¿Tú también lo viviste?
* Monchitos, pepes, enormes palmeras de chocolate y Platero y tú. Cuando nadie se imaginaba que un día Fito Cabrales llenaría en solitario estadios, ni que sonaría en todas las radio fórmulas, ni que podría llegar a gustar a nuestras madres y a ser tolerado por nuestras entonces inexistentes (en nuestras vidas) suegras, mi grupo preferido era “Platero y tú”, del que él era el cantante. Eran los primeros ´90 y yo iba a clase a Portugalete. En mi grupo de amigas de clase (no así en mi grupo de amigas del barrio), las que íbamos y volvíamos todos los días en el Puente Colgante nos gustaban a todas. Bromeábamos con meter la pata en el examen de Lenguaje y así y todo todavía alguna le adjudicó a Juan Ramón Jiménez la autoría de “Platero y tú” en lugar de la de “Platero y yo”. En el recreo cantábamos sus canciones y nos atiborrábamos de monchitos (aquellos granos de arroz inflado con sabor a jamón), pepes (maíces fritos más duros que una piedra, porque todavía no habían inventado los mistercorn) y gigantescas palmeras de chocolate para compartir. Íbamos y volvíamos de casa a clase y de clase a casa corriendo por empinadas cuestas empedradas y nos cabreábamos cuando perdíamos el Puente por poco y teníamos que ir corriendo a la barca o esperar a que diese la vuelta. Platero y tú ponían la sintonía a nuestras vidas y entre “El roce de tu cuerpo”, “Un abecedario sin letras” o “Cantalojas” pasábamos los días.
Otro día os cuento más. Y vosotros, ¿me contáis que canciones os recuerdan sabores y qué sabores os recuerdan canciones?
Tendría que hacer un ejercicio mental ahora mismo… no puedo perder tiempo en éste momento,pero seguro que consigo a lo largo del día poner música a mis recuerdos con sabor.
Siempre me sorprendes Marhya :)))
Voy a pensar.
Besos que saben a recuerdos sabrosos.
Pilar, seguro que acaban viniendoa tu cabeza, y si no lo hacen ahora, quizá en los próxios días, cuando escuches algo o cuando pruebes algo, se te ilumine la bombilla.
Besos.
Por dios que bonito post Marhya! yo es que traigo siempre el ritmo por dentro, no sé vivir sin música aunque aprecio muchas veces el silencio, la tarareada la hago mentalmente, aún cuando esté meditando (bueno, es que yo no sé meditar jaja).
Tengo muchísimas canciones con las que cocino pero así, que me recuerden sabores, solo las de ciertos cantantes que me recuerdan a mi madre cuando cocinaba que se ponía su música preferida.
Un abrazo, me encantó tu entrada!
Jajajaja, Mari Cruz, yo tampoco. Eso de poner la mente en blanco y no pensar en nada… no puedo, pienso “no pienses en nada, no pienses en nada”, jajaja.
Me alegro mucho de que te haya gustado.
Seguro que cuando suenan esos cantantes te acuerdas de tu madre cocinando y algúns abor especial acude a tu memoria.
Un beso, guapa.
Qué buen post, Marhya!!! Voy a darle vueltas, ahora no me sale nada, pero seguro que hay algun ejemplo en mi vida cocinera.
Besotes!!!
Seguro que te acaba viniendo a la mente, quizá no hoy, pero un día al escuchar algo o al probar algo, te vendrá. Seguro.
Besos.
Marhya qué ocurrente cómo me ha gustado este post. Verás yo soy de las que para cocinar pongo siempre música, es que para ello no encuentro mejor compañía, y la elijo según tenga el día o lo que vaya a hacer, ya que en cuestiones de música me gustan casi todos los estilos. En cuanto a asociar sabores o ciertos platos con música creo que podría escribir una novela pero no voy a darte la murga tanto, sólo contarte que cada vez que tomo chocolate a la taza, con pan por supuesto, me viene el recuerdo de mis vecinas-amigas en casa de las cuales los domingos por la tarde merendábamos ésto mientras escuchabamos a Alberto Córtez en su pick-up, ya que entonces en mi casa aún “esa modernidad” no había entrado. Luego hay otra cosa que aún hoy están vigentes y es que cuando hago pollo asado recuerdo siempre esa canción de los Xey que dice: “pollo, pollo asauuuu, asauuu con ensalaaaada, buen menú… en fin …Besos guapa
¡Gracias por animarte a poner algunas de tus canciones, Lucero! Esa última que dices también la conozco, me había mucha gracia cuando era pequeña y la ponían en la radio.
Besos.
¡Qué entrada más bonita Marhya! Me han gustado estos recuerdos gastro-auditivos si así se pueden llamar… He estado pensando porqué así como así no me surgía ninguna… pero después… recordé mi abuela preparando la fruta para hacer mermelada escuchando música militar (no me pidas cual porqué ni idea). o mis padres en el monte, con la radio del coche encendida y música mejicana (tipo Canta y no llores porqué cantando se anima el alma jejeje sólo empezar ya se me ha metido en la cabeza) mientras preparábamos las pizarras para asar carne, o quizás mi primer recuerdo, con mi madre, no tendría 5 años porqué mi hermano todavía no había nacido, en la cocina preparando un puddin de pan duro mientras nuestras vecinas escuchaba a tope Chiquitita de Abba… Y algo más tarde mi madre alternaba cocinando Julio Iglesias y …Queen :o) No te sorprendas que después mezcle cosas raras en mi cocina jejeje
Besos y feliz fin de semana!
Palmira
Gracias por compartir tus recuerdos, Palmira. Me he reído con Julio Iglesias y Queen, pero te confieso que en mi casa también se escuchaban mezclas raras, que lo mismo empezabas a poner la mesa con zarzuela y comías con Itoiz para terminar fregando con rancheras.;-)
Besos.
Una bonita entrada… en este momento mi cabeza está en plan guateque comida y canciones amontonadas tendría que poner algo de orden para poder escribir algo coherente;-)
Seguro que cuando menos te lo esperes te viene a la mente, y te acuerdas de mi 😉
Un besote.