Pollo con albaricoques frescos

La receta de pollo con albaricoques frescos que traigo hoy es una cena estupenda para cualquier día de verano. Lleva poco trabajo, está buenísima y es saludable. Además, sale estupenda de precio. Vamos, que tiene un montón de cosas buenas que hacen que merezca la pena prepararla y disfrutarla.

El albaricoque es una de las frutas más ricas del verano. Dulce, jugoso, sabroso… Si como tentempié o postre, tal cuál, ya está bueno, imaginaros lo que puede aportar como ingrediente en platos elaborados. Este pollo con albaricoques frescos probablemente no sea el plato más bonito que pueda prepararse con ellos. Pero, sin complicaciones en la cocina, estoy segura de que sí es uno de los platos salados más ricos que puedes preparar en unos pocos minutos.

Yo lo he servido para la hora de la cena pero también es un estupendo plato de mediodía. ¿Que eres muy de salsas? Puedes triturar los albaricoques (todos o una parte de ellos) tras retirar el preparado del fuego con el jugo obtenido de cocinar la receta, y utilizarlo como salsa del pollo. Personalmente me gusta más encontrarlo troceado, masticable. Y da menos trabajo. Pero es una opción para los más salseros.

Con estas cantidades tienes pollo con albaricoques frescos para dos raciones como las de las fotografías. Para un menú sencillo  y ligero para cenar a diario puedes servir delante una ensalada de tomate y pipas y como postre brochetas de sandía marinada.

Pollo con albaricoques frescos

Ingredientes:

1 pechuga de pollo de unos 250gm cada una
7 albaricoques frescos maduros (sin pasarse)
50ml de cerveza tipo pilsen
1 guindilla de cayena
una punta de cuchillo de jengibre molido
flores de cebollino
cebollino fresco picado
aceite de oliva virgen extra
sal

Preparación:

Corta la pechuga de pollo en tiras gruesas y no muy largas.

Pela los albaricoques frescos. Corta cada uno a la mitad para deshuesarlo fácilmente y vuelve a partir en dos cada mitad.

Pon al fuego una sartén con unos hilos de aceite de oliva virgen extra y la guindilla de cayena picada. Sazona ligeramente el pollo y añádelo al aceite caliente. Rehoga un minuto y añade los albaricoques troceados. Mezcla bien y dejar rehogar otro minuto más. Riega con la cerveza, espolvorea con el jengibre molido y vuelve a mezclar.

Cocina a fuego muy vivo unos 5-7 minutos. Dependerá del grosor del pollo. Soltará jugo pero es importante cocinarlo a fuego vivo para que el pollo quede jugoso y para que se evapore parte del líquido.

Retira del fuego y sirve en platos. Remata con las flores del cebollino y el cebollino fresco picado. Cantidad, al gusto. Yo he usado para dos raciones 2 flores de cebollino, una por plato; cortando la parte inferior de la misma se sueltan todas las florecillas que la forman. En cuanto a los tallos he usado 1 cucharadita, media para cada ración de pollo con albaricoques frescos.