Placeres robados, de Brenda Novak, es la segunda novela de la serie Whiskey Creek. De esta serie leí hace un tiempo la novela número 10, Descubriéndote. Me quedé con ganas de leer las anteriores y visto que la primera no me atraía demasiado su argumento, me decidí a leer esta segunda, que me ha gustado muchísimo.
La casa del lago, de Robyn Carr, es una bonita novela perteneciente a la serie Sullivan’s Crossing. Se puede leer sin haber leído las anteriores y se entiende a la perfección. De hecho, es la primera novela que leo de esta serie. Supongo que siempre será mejor leerla por su orden, pero es de esas series cuyas novelas se pueden leer independientes.
Silencio fatal, de Kendra Elliot, es la segunda novela de la serie Columbia River. Es un thriller apasionante que se lee con facilidad y rapidez y tiene algunos giros sorprendentes que como lectora agradezco.
Hace tiempo que tenía pendiente leer La casa de Riverton, de Kate Morton. Cuando se publicó por primera vez, hace más de una década, tuvo mucho éxito. Y ya había leído otras novelas de la autora que me habían gustado. Pero a pesar de ello he ido dando prioridad a otras y hasta estos días se había quedado ahí en un rincón de mi libro digital, esperando a ser leído.
Me caso en invierno, de Sarah Morgan, es una bonita novela. Por su título y argumento planeaba dejarla más otro momento, pero la he leído en plena ola de calor achicharrante. Y oye, que el ambiente de nieve y frío ayuda a sentirse más fresco, no sé qué poder de sugestión tiene, pero ahí está.
Un hombre para un destino, de Vi Keeland y Penelope Ward, es una novela que en principio no me atraía. La portada, la verdad, me pareció muy fea. Y la sinopsis oficial me daba la impresión de que era un tipo de novela romántica que no me interesaría, más bien todo lo contrario. Pero me la recomendaron diciendo que era mucho más de lo que parecía, así que me decidí a leerla. Y me alegro de haberlo hecho porque, efectivamente, es mucho más de lo que aparenta.
La huida, de Nora Roberts, es una bonita novela de esta autora superventas de la que ya he comentado tantos y tantos libros aquí en el blog. es una novela entretenida, bonita y que me ha gustado aunque no puedo decir que sea realmente ni un thriller romántico, ni una novela romántica, ni un libro de intriga. Si tuviera que etiquetarlo o clasificarlo diría que es una novela de narrativa con un toque de romance e intriga.
Venganza de hielo, de Melinda Leigh, es la segunda novela de la serie de intriga Bree Taggert, protagonizada por la sheriff del mismo nombre. La primera novela de la serie, Promesa de sangre, me gustó, y tenía ganas de leer Bree Taggert 2. Esta se centra más en la intriga y bastante menos en las tramas personales, aunque ahí están y van avanzando.
Érase una vez la taberna Swan, de Diane Setterfield, es una novela entretenida narrada con un estilo muy peculiar. Es difícil etiquetarla y más cuando se presenta a quien todavía no la ha leído pero quizá decida hacerlo. ¿Novela costumbrista y coral? ¿Historia de intriga que de principio no sabemos si es real o un misterio fantástico?
Cuando no éramos extraños, de Brenda Novak, es una novela que me ha gustado mucho. Una historia muy bonita, que se lee prácticamente del tirón y no deja indiferente. Ya he leído otras novelas de Brenda Novak anteriormente y mejores o peores, no he encontrado aún ninguna que no haya disfrutado.
Cambio de reglas, de Catherine Bybee, es una entretenida novela romántica y de intriga, fresca, joven y emocionante. Es la primera entrega de una nueva serie, Richter, aunque está emparentada con otras series de la autora.
¿Puede ser sosa y aburrida una novela de SEP? Si cualquiera me lo hubiera preguntado antes de leer Baila conmigo, habría gritado un no rotundo. Pero ahora ya no puedo decir lo mismo, porque esta novela no tiene la chispa, diversión e ironía propias de la obra de esta escritora.