Como cada año, me resisto a publicar algo específico para San Valentín pero al final termino haciéndolo… a mi manera. Así que hoy vengo con algunas películas para San Valentín, que hablan sobre el amor… de otra manera. Si sólo te gustan los finales felices típicos, no las veas. Si quieres ver otros ángulos de la vida, quizá te apetezcan.
Estés sola, con pareja o compartiendo el día con amigas, ¿te apetece alquilar unas pelis y disfrutarlas con alguna de las recetas que te propongo?
* Mi vida sin mi. Si no has visto nunca esta película y te decides por ella, no te olvides de los pañuelos o, más bien, ya que el plan es de sofá y manta, llévate también una sábana, porque te hará falta. Cuenta la historia de una joven madre de vida complicada que descubre que va a morir y se dedica a organizar la vida para cuando ya no esté, incluyendo buscar una mujer capaz de hacer feliz a su marido y ejercer con todo el amor de madre de sus hijos. Y a hacer una lista de cosas que quiere hacer antes de morir.
Como la vida con chocolate es menos dura, antes de sentarte en el sofá, prepara unos brownies que ayuden a subir el ánimo y compensen.
* Los amantes del círculo polar. Alguien cercano a mi diría que te tiene que gustar mucho Julio Medem para que te guste esta película. A mi me encantó, pese a que el final abierto para unos sea inconcluso para otros y confuso para los de más allá. Cuenta la historia de Ana y Otto, que se conocen a los 8 años a la salida de la escuela. Tiempo después, el padre de Otto se casa con la madre de Ana y pasan a ser hermanastros, una cercanía que les lleva a conocerse mejor y a enamorarse. La historia termina 17 años después, en el círculo Polar.
Para calentar el cuerpo y el alma, os propongo un postre caliente de plátano y coco para tomar disfrutando de la película.
* Los puentes de Madison. ¿Qué puedo contar de la película que no se sepa ya? Seguro que muchos de vosotros ya habéis visto la película y leído la novela, quizá incluso varias veces. Es una historia preciosa, pero no podemos decir que tenga un final feliz al uso (no desvelo nada que no se sepa ya). ¡Pero es tan romántica y tan especial!
Como la protagonista es italiana y la parte romántica de la película transcurre en verano, mi propuesta de picoteo para ver la película es un generoso plato de aceitunas a la italiana y una botella de lambrusco fresquito.
* One Day. Esta película es de ese género que llaman drama romántico y que mi hermana llamaría “ganas de amargar a la gente” porque pudiendo tener el típico y tópico final feliz, tiene el típico y tópico final infeliz. He ahí la diferencia entre romace y drama romántico. Ni más ni menos. Siempre puedes verla y cortarla unos pocos minutos antes del final para inventarte el que mejor te plazca y más feliz te parezca, para esta pareja que a lo largo de 20 años se va reuniendo cada 15 de julio (tal día como se conocieron, siendo universitarios) sin darse cuenta de que su amistad podría muy bien ser algo más. Está basada en una novela, pero no puedo contaros qué tal es porque no la he leído.
Unas galletas de avellana y chocolate son perfectas para disfrutar viendo esta película, así que pasen 20 años habrá cosas que te gusten y otras que te dejen de gustar, pero seguro que si las pruebas, seguirás deseándolas.
* Esplendor en la hierba. Una película clásica sobre amor adolescente, desamor, la presión que sienten algunas adolescentes (en cierto sentido y salvando las enormes distancias, es la misma presion que, ambientada muchos años después y en un género totalmente diferente se cuenta en “las vírgenes suicidas”)…
Os propongo disfrutar de la película con un pudin de café y chocolate que os aportará un poco de alegría y altitud de ánimo, que os será muy necesario.
* El lado bueno de las cosas. La pareja protagonista no es la típica de las comedias románticas aunque estemos ante una (bueno, ante una comedrama romántica, más bien); él (Bradley Cooper), acaba de salir de un centro psiquiátrico por agredir al amante de su mujer, decidido a reconquistarla. Ella (Jennifer Lawrence) es una jovencísima viuda con problemas para relacionarse con los hombre y mala reputación.
Os propongo disfrutarla viendo el lado bueno de los postres, uno rico, fácil y bonito con una de las frutas más sexys del mercado, la fresa. Chupitos de fresa con crema de limón y pistachos.
* Before Sunrise. Primera película de la trilogía mítica de la generación X, protagonizada por unos jóvenes Julie Delpy y Ethan Hawke. A mi, qué quereis que os diga, me encanta. De hecho ya he hablado varias veces de ella en el blog, pero no me cansa. Te pido perdón si a ti sí.
Protagonizada por un estadounidense y una francesa en Viena, os propongo un dulce muy francés para ver la película; tarta de limón. Un éxito seguro.
* Elegir un amor. Lacrimógena película para la que necesitarás sábanas preparadas, protagonizada por una joven Julia Roberts, enfermera que es contratada para ocuparse de un joven de familia acomodada, enfermo de leucemia. Ya os he contado bastante.
Para ver pelis triste, lo mejor es acompañarse por platos alegres, como este de chocolate y naranja a la menta.
* La ardilla roja. Cuando mi madre lea esto, casi seguro que pensará “jo con la dichosa ardilla roja”. Es una peli digamos que rara, aunque yo preferiría decir que original. Ahora hace mucho que no la veo, pero la he visto muchas veces porque la tenía comprada en VHS y mientras mi viejo video funcionaba de vez en cuando caía. Es una película sobre amor, mentiras, obsesiones, memorias y olvidos.
Es una película que bien puede verse tomando unas copas (moderación, please) por lo que os propongo preparar unos frambuesas gin. Y así, si eres de los que la ves rara, siempre puedes echar la culpa al alcohol.
* Pagafantas. ¿Qué os puedo contar de esta comedieta protagonizada por Gorka Otxoa? El título lo dice todo. Chico conoce chica. Chico se enamora de chica. Chica ve al chico como un amigo. Chico se esfuerza en ser algo más para la chica. La chica no se entera o no se quiere enterar…
Si vas a verla con compañía, déjate de fantas para no herir sensibilidades y estírate un poquito, que no se diga. Y si no te puedes estirar mucho, al menos cúrrate unas aceitunas al vermouth y un aperitivo de queso de cabra.
He visto la mayoría de ellas pero si tuviera que quedarme con una ya sea sola, con amigas o en pareja sería los puentes de madison, la he visto y leído varias veces (y en varios idiomas, según nos hemos ido mudando) pero a pesar de saber que terminaré llorando sin poder parar y mi desconsuelo será total siempre intento imaginar lo que habría sido si hubiera abierto la dichosa puerta del pick up!!!
Pero con brownie para mi, para luchar contra la pena jejeje
Besos y feliz semana,
Palmira
Esa escena es terrible, ¿cómo se pudo contener? ¿te lo imaginas en realidad? ¡¡Ufff!